Vecinos que hacen de nuestra vida un infierno. Ciudad Real – Castilla La Mancha

Ruidos, peleas, inseguridad y falta de normas de convivencia es lo que se está viviendo en el Barrio de los Remedios de Ciudad Real.

Una comunidad de propietarios ubicada en la calle Cuenca, el Barrio de los Remedios de Ciudad Real, hasta hace unos años habían gozado de la paz y la tranquilidad de vivir en una calle donde no hay bares, ni restaurantes, ni discotecas y por lo tanto vivir allí en paz resultaba una maravilla.  

Pero nada dura para siempre, los propietarios de los pisos se han ido mudando, ya sea porque los pisos no tienen ascensor o porque han conseguido algo mejor lo que ha derivado en que los pisos se vayan alquilando.

Hasta aquí todo bien, cada cual tiene derecho de alquilar su vivienda, pero cuando los inquilinos  son unos salvajes que no saben respetar unas mínimas normas de convivencia, cuando dichos inquilinos se dan la tarea desde algo mínimo como a  ensuciar las paredes, las escaleras con bolsas de basura,  hasta algo más grabe que puede derivar en una denuncia por revisar los buzones, arrancar comunicaciones que coloca la administración, a mantener relaciones sexuales a voces y no respetan un mínimo de respetos hacia los demás, vivir en un lugar así puede resultar un verdadero infierno.

Uno de los propietarios de esos pisos, alquila el piso a diferentes personas por habitación, recientemente ha llegado un inquilino que ha generado un montón de conflictos en la comunidad, desde gritos y gemidos sexuales a todas horas, hasta amenazas y cortar las cuerdas de tender de unos de los vecinos por haberse quejado.

Otros vecinos más cercanos que se quejan de los golpes en sus techos y la música. Todo esto sin que la propietaria de dicho piso se inmute ante las quejas de sus vecinos, ni la comunidad de propietarios o el administrador hagan nada al respecto.

En fin, hablábamos de aquellos vecinos que hacen de la vida de los demás un infierno. Sus acciones, lamentablemente, opacan las de aquellos otros que siempre están dispuestos ser considerados y cooperadores.

¿Qué se puede hacer?

¿Cómo bregar con esa recua de maleducados y desconsiderados? Más aún, ¿cómo separar la paja del grano para saber con qué vecinos vale la pena zanjar las diferencias y a cuáles es mejor darlos por perdidos y llegar a lo legal?

Valores y actitudes

Al  analizar este problema, lo primero que señalo es que se trata de un problema  de valores y actitudes. Si los vecinos comparten los mismos valores y tienen en mente la necesidad de llevarse bien con el prójimo y juntar esfuerzos para crear una vida comunitaria superior, para todo el mundo, uno puede sentirse muy agraciado.

Sin embargo, cuando no se comparten ni los mismos valores ni el mismo nivel de educación es muy difícil que la cosa vaya a mejor. Y peor aún cuando los propietarios solo les interesa cobrar su dinero a fin de mes y no buscan una solución a los vecinos indeseables a los que les ha alquilado el piso.

Es una lástima que las personas que vivan allí se estén viendo rodeadas de estos personajes maleducados, irrespetuosos y que no tienen la mínima intensión de adaptarse a las normas de convivencia.