El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, acusó a las fuerzas rusas del ataque, calificándolo de «crimen de guerra».
El alcalde de Mariupol, Sergei Orlov dijo que tres personas, incluido un niño, habían muerto en el ataque. Según los informes, al menos otras 17 personas resultaron heridas, algunas de las cuales eran mujeres embarazadas.
«Estoy absolutamente seguro de que (el ejército ruso) conoce esta instalación. Este es el tercer hospital que se destruye en esta ciudad», dijo.
El bombardeo, según una declaración del Consejo de la Ciudad de Mariúpol, fue «colosal». Videos y fotografías muestran los restos del edificio con las ventanas y puertas destruidas, así como su interior.
«¿Qué tipo de país es este, la Federación Rusa, que tiene miedo de los hospitales y las maternidades y los destruye?», cuestionó el mandatario ucraniano en un discurso grabado desde Kiev.
Pavlo Kyrylenko, jefe de la administración militar regional de Ucrania en Donetsk, un área ocupada por separatistas prorrusos desde 2014, dijo que la sala de maternidad, la sala de niños y la sala de terapia del hospital quedaron destruidas.
«No entendemos cómo es posible en la vida moderna bombardear un hospital infantil. La gente no puede creer que sea verdad», le dijo a la BBC el vicealcalde de Mariúpol, Serhiy Orlov.
La organización Médicos Sin Fronteras, que tiene personal destacado en Ucrania, comentó que su equipo está «horrorizado» ante el ataque.
«En una ciudad en la que el sistema sanitario está al borde del colapso, privar a la gente de la tan necesaria asistencia sanitaria es una violación de las leyes de la guerra«, detalla una declaración.
Mientras, líderes mundiales se han unido para también condenar lo sucedido. La Casa Blanca lo describió como «bárbaro» y el gobierno de Reino Unido como «depravado».
Ante los hechos, Zelensky solicitó nuevamente una zona de exclusión aérea sobre Ucrania para evitar que sobrevuelen los aviones rusos, petición que Estados Unidos y los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han rechazado.
«¡Cierren el cielo ahora mismo! ¡Detengan a los asesinos! Tienen poder, pero parece que están perdiendo humanidad», sostuvo el mandatario en Twitter.
Rusia ha negado anteriormente que su ejército ataque civiles e instituciones de salud.
No obstante, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, dijo el miércoles que la entidad ha confirmado 18 ataques en Ucrania contra instalaciones sanitarias, trabajadores sanitarios y ambulancias. Los incidentes de los pasados días han causado 10 muertos y 16 heridos, según el funcionario.
Además, la Organización de Naciones Unidas informó que ha confirmado 516 muertes de civiles en Ucrania, pero cree que las cifras reales son «considerablemente más altas».