La DO Campo de Borja dio el pasado 15 de septiembre el pistoletazo de salida a la vendimia, una campaña en la que espera recoger unos 30 millones de kilos de uva. La XXXI Fiesta de la Vendimia celebrada en Ainzón reunió a autoridades, viticultores, bodegueros y vecinos de la zona en torno a una tradición que se ha retomado este año con aforo limitado y todas las medidas sanitarias después de la cancelación de la última edición por la pandemia.
El presidente de la DO Campo de Borja, Eduardo Ibáñez, dijo durante su discurso que esta era una edición muy importante, ya que permitía recuperar la Fiesta de la Vendimia y adelantó que los próximos años habrá «una fuerte apuesta por promocionar el territorio garnacha y nuestros vinos a nivel regional, nacional e internacional».
La fiesta comenzó a las 10.30 horas, cuando autoridades e invitados fueron recibidos en la plaza Mayor de Ainzón, y donde se impuso la banda a la Reina de la Vendimia, Laura Borobia. A las once se celebró una misa baturra en la iglesia parroquial cantada por el grupo de jotas de Fuendejalón. A las 12.00 tuvo luar el momento de exaltación del vino y pisado de las uvas para la extracción del primer mosto de 2021.
CAMPAÑA DE MUY BUENA CALIDAD
Según los técnicos, en esta campaña esperan recoger unos 30 millones de kilos de uva, una cifra inferior a la de 2020 (35 millones de kilos), pero por encima de la media de los últimos años (24 millones). Desde la DO Campo de Borja aseguran que las uvas son de muy buena calidad, ya que las últimas lluvias han sido claves para la maduración.
En cuanto a la comercialización, este año se espera que supere a la de 2020 (con 14 millones de botellas vendidas), ya que casi está equiparado a las cifras de 2019, cuando se llegaron a comercializar 20 millones de botellas.
«El Campo de Borja hoy tiene un presente prometedor, con este Imperio de la Garnacha, cuyo lema nació en el año 2005. Un imperio que nos hizo crecer en todos los sentidos. En la producción, mejorando al máximo nuestro potencial productivo. En calidad, a través de las nuevas tecnologías y del estudio de nuestras posibilidades. Y también en comercialización y exportación, haciendo que nuestros caldos viajen por todo el mundo, con el 75% de ventas en el exterior», explicó el presidente de la DO Campo de Borja.
Un mercado internacional que se consolida, año tras año, y que tiene como principales países exportadores Reino Unido, Estados Unidos, China y Canadá, siguiendo este orden.
La DO Campo de Borja está formada por 6.300 hectáreas de superficie de viñedos, de los cuales más de la mitad son garnachas, la variedad más cultivada en la zona y que da nombre al conocido como Imperio de la Garnacha. Estos viñedos están distribuidos entre 18 pueblos y los vinos se elaboran en 18 bodegas.
Eduardo Ibáñez aseguró también que la DO Campo de Borja afronta otro proyecto esencial para su futuro, como es la nueva sede del Consejo Regulador, cuyo proyecto de reforma y acondicionamiento es muy importante para los próximos años y para el que esperan contar con la ayuda del Gobierno de Aragón. «Consejero, contaremos como siempre con su apoyo, como ya lo hemos tenido en ocasiones anteriores con la bodega piloto, cimientos de nuestra sede», dijo Eduardo dirigiéndose a Joaquín Olona, quien también asistió al acto.