Las listas de espera y cirugía general tienen la mayor concentración de quejas y lesiones, sumando un año más, según el informe 2022 del Defensor del Paciente.
Castilla-La Mancha no es ajena al panorama sanitario público de largas listas de espera, urgencias colapsadas y atención primaria sobrecargada. Desde finales de Navidad, algunos sindicatos condenaron los incidentes en la región, especialmente en el hospital de Toledo, y reclamaron soluciones para paliar los efectos reiterados de la pandemia de la Covid-19.
Ahora la asociación El Defensor del Paciente ha confirmado estos hechos en su informe de 2022, que pretende «humanizar» el sistema sanitario.
En su balance, desveló que recibió el año pasado 710 casos por presunta negligencia médica en Castilla-La Mancha: 231 en la provincia de Toledo, 198 en la provincia de Sudreal y 131 en la provincia de Albacete, 120 en Guadalajara y 30 en Cuenca.
El Hospital General de Toledo, el Hospital General de Ciudad Real, el Hospital General Universitario de Albacete, el Hospital Universitario de Guadalajara y el Hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina son los que más reportan, según la asociación.
Asimismo, las reclamaciones, especialidades y servicios más denunciados estuvieron relacionados el año pasado con las listas de espera, la cirugía general, las urgencias, la traumatología y la ginecología. Con todo ello, Castilla-La Mancha se sitúa en la séptima posición del ranking autonómico, aumentando levemente en 18 asuntos con respecto a 2021. Esto supone un repunte del 2,5% en relación con ejercicio anterior.
Una lista de espera “improcedente”
Argumenta la asociación que la lista de espera quirúrgica que soportan los castellanomanchegos es “improcedente” pues la tasa media ha superado el umbral de los 110 días, mientras que un total de 32.193 pacientes la engloban, siendo cirugía general, traumatología y neurocirugía las especialidades que acumulan mayor número.
“Son guarismos propios de una gestión inocua y en tela de juicio”, subraya, puesto que según los datos que el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) facilitó al Ministerio de Sanidad de noviembre a diciembre de 2021, “por arte de magia desaparecieron 7.500 pacientes que ocupaban el apartado de más de 180 días de la lista de espera quirúrgica”.
Debido a este “desperfecto”, la asociación exige al Ejecutivo de Emiliano García-Page que realice una auditoría para aclarar este asunto y, al mismo tiempo, diseñe un plan específico para aligerar pacientes de la nómina de cirugías pendientes “en lugar de acicalar las cifras y avivar el auge de la sanidad privada”.
El colapso de la Atención Primaria y el déficit de médicos especialistas son “otros factores que afean el deteriorado modelo sanitario castellanomanchego”. Explica que en centros hospitalarios como los de Toledo y Guadalajara “la falta de profesionales es alarmante”.
De igual modo, “el caos organizativo se ha visto reflejado en el malestar profesional como consecuencia de la endeble planificación a la hora de tramitar las sustituciones cuando en septiembre finalizaron los contratos COVID”. “Y es que la falta de transparencia en la bolsa de empleo del SESCAM, todavía sin actualizar los méritos de gran parte del personal correspondiente al 2021, es otra turbulencia por añadir”, apostilla.
En su Memoria, El Defensor del Paciente destaca que la emergencia sanitaria “nos ha enseñado que necesitamos más y mejores recursos”, pero “no puede ser la justificación de la crisis sanitaria que sufren muchas comunidades”. La resaca de la pandemia deja “un sistema sanitario en pie de guerra por la falta de personal y el exceso de trabajo de muchos profesionales, especialmente de Atención Primaria, que ha provocado la convocatoria de varias huelgas”.
Una “dramática situación” de todo el Sistema Nacional de Salud
Con carácter general, denuncia que el Sistema Nacional de Salud se encuentra en “una dramática situación” como consecuencia de la falta de profesionales sanitarios. Alega así que las mejores medidas para paliar dicha problemática, en algunas especialidades y zonas geográficas, pasan por flexibilizar los criterios de acreditación MIR en “especialidades deficitarias a través de ofertas de empleo público”, aumentar las plazas en las facultades de Medicina de toda España, garantizar la estabilidad laboral y optimizar la retribución económica.
Igualmente, los servicios de Urgencias “continúan saturados”, sobre todo, por la crisis de la Atención Primaria. “La herencia que nos ha dejado el COVID-19 Sigue haciendo mella en nuestra salud como está sucediendo con la implementación, cada vez más arraigada, de la atención por vídeo consulta en los servicios de Urgencias. A nuestro modo de entender, la asistencia de los pacientes a través de una pantalla es una falta de respeto, una ilegalidad y un peligro. Conlleva mucha dificultad diagnóstica y puede conducir a graves errores en la medicación”, concluye.
Precisamente, el presidente del grupo socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha, Fernando Mora, ha resaltado hoy el “compromiso” y la “fuerte apuesta” del Gobierno de García-Page para seguir reforzando la sanidad pública de la región, tras la próxima incorporación de cerca de 150 profesionales de Medicina Familiar y Comunitaria en el sistema sanitario. Eso sí, mediante promoción interna. Es un objetivo obligatorio para la comunidad autónoma, según directrices europeas, de estabilizar el empleo público.