Castilla-La Mancha prestó 80.243 servicios adicionales, “un 70% más que en 2015, antes del gobierno de Emiliano García-Page”. La comunidad cierra 2021 con 63.814 personas atendidas por el sistema de dependencia, 676 más que el mes pasado y «un 84 por ciento más de beneficiarios que hace siete años». Este es un informe de la Administración del Seguro Social de 2021 con datos de IMMERSO.
La consejala de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, ha destacado que “el objetivo del Gobierno regional es conseguir la lista de no espera”. En este sentido, explica, se ha trabajado en tres áreas: empleo, planes de choque y de beneficios. En el caso de empleos, destaca que Castilla-La Mancha es la comunidad que más gana en contratos abiertos. Según Torijao, la unidad de Castilla-La Mancha cuenta con 23.366 empleos directos.
Dentro del plan de choque ha apuntado que han reducido un 39% la lista de espera y disminuido el tiempo medio de atención de 248 días a 214 días. En cuanto a las prestaciones realizadas en 2021, han crecido las vinculadas al servicio (+108), teleasistencia (+284%), ayuda a domicilio (+126%), servicio de promoción y autonomía (+115%), prestaciones centro de día (+83%) y plazas residencia (+16%). En lo referente a las edades de los beneficiarios, de los casi 64.000 el 76,4% son mayores de 65 años y 749 son menores de seis años.
El perfil más frecuente entre estos menores son niños de 3 a 5 años con grado de dependencia tres. Esta atención se hace mediante 1.223 con atenciones, ha explicado, para dar autonomía en edades tempranas y prestaciones económicas para ayudas a cuidados familiares.
Sobre la integración de nuevos beneficiarios, Castilla-La Mancha cerró 2021 con 2.879 solicitudes pendientes de valoración y 1.649 expedientes pendientes de asignación de prestación o servicio, lo que se conoce como “limbo de la dependencia”.