El presidente del PP, Pablo Casado, propuso al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la renovación de los órganos constitucionales salientes, así como la Asamblea General de Justicia, donde las masas no darán marcha atrás en la exigencia de reforma electoral. Para que los jueces elijan a la mayoría de los miembros.
El líder opositor presentó la propuesta durante una sesión de fiscalización del gobierno en la Cámara de Diputados.
Sánchez y Casado protagonizarón un nuevo enfrentamiento, espoleado por las promesas electorales del jefe de Gobierno, por la situación económica de España.
Casado acusó a Sánchez de violar su palabra de no politización de la justicia, y luego sugirió renovar el resto de órganos constitucionales, entre ellos el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo o el Tribunal de Cuentas a lo que Sánchez respondió que su compromiso era renovar las instituciones, pero que no necesitaban popularidad y que «no la querían» y exigió a Casado «no tener una visión favorable a una vida democrática normal».
El PP asegura que Sánchez no cumplió con su solicitud, como denunció su portavoz en el Congreso, Cuca Gamara, en su pregunta a la vicepresidenta primera, Nadia Calvino, quien respondió.
No te escondas ”, sino más bien“ cumple con tus responsabilidades institucionales si realmente pretendes convertirte en un partido de gobierno ”.
El ministro de Economía respondió: «Apoyar la reforma constitucional es lo que nuestro país necesita de usted».
La sesión de control al Gobierno también ha mostrado un enfrentamiento ante los abucheos y gritos de dimisión vividos ayer por el presidente del Gobierno en el desfile militar de la Fiesta Nacional.
«Ayer escuchó lo que le dice la calle de usted», le ha dicho Casado, para sostener que el PP no es «catastrofista» al hablar de que a Sánchez «le pasará como a José Luis Rodríguez Zapatero y el PP va a tener que rescatar a España por tercera vez».
Casado ha considerado además que los presupuestos son «ruinosos», «falsos» y «nacen muertos», porque las previsiones del INE y del FMI corrigen las del Gobierno, y le ha acusado de proponer una ley de alquiler «chavista» y de «comprar» el voto de los jóvenes con «bonos peronistas para comprar videojuegos».
En respuesta, Sánchez le ha dicho que «siempre que gobierna la izquierda hay abucheos, hay insultos a los presidentes de izquierda» y ha sostenido que es así como el PP «y la ultraderecha» entienden el «respeto al orden constitucional».
«España no está en bancarrota, España crece, crea empleo» ha sostenido además Sánchez, que ha acusado a Casado de hacer declaraciones «falsas» que «insultan la inteligencia de los españoles» y que además «contravienen el interés de España».
Cuando Sánchez le preguntó a Casado por su promesa de campaña en el acuerdo con Podemos, «Los Separatistas» y E.H. Bildu, Sánchez respondió que había cumplido su promesa de aumentar el SMI, subir las pensiones o «aumentar las becas».